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One young transgender man in San Jose, Costa Rica, excitedly told us he’s getting his paperwork in order to sign up for the national health care system and begin hormone replacement therapy for free. For many trans people around the world this process is expensive and only available through private clinics, paid out of pocket. While those who can’t afford private clinics risk bad medicines and dirty needles through black market drugs.
In 2017, Costa Rica announced that the country’s national health care system would provide hormone therapy for the nation’s transgender community. In order to sign up, transgender people over the age of 18 must meet with an endocrinologist and psychologist to be accepted into the program. So far, about 30 people have signed up, the government expects that to grow to about 600 applicants. The cost of doctor visits, psychological accompaniment, as well as the hormone treatment is all covered by the national healthcare system.
The World Health Organization recently announced that it is removing gender incongruence from the mental disorder category, which could mean enormous changes in healthcare for the estimated 25 million transgender people around the world. The ability to transition - socially, hormonally, and surgically - is linked to better health and emotional wellbeing. Every major medical association agrees that gender-affirming healthcare is necessary and researchers have found that providing health insurance coverage for the U.S. trans community is actually affordable, cost effective, and reduces the risk of negative health impacts in the long run. But the overwhelming majority are still excluded from health care systems and denied access to life affirming treatment, despite studies (in Canada and the U.S.) that found that the transgender community attempts suicide at a rate 22 times higher than the general public, as well as having a disproportionately higher prevalence of HIV and depression.
The Costa Rican hormone replacement therapy program isn’t without controversy, however, some people in the trans community want the program to be expanded to people under the age of 18 - pointing to studies that show that starting treatment for gender-dysphoria early along with early social transition leads to better mental health outcomes. There is also a push to expand the program to include gender-affirming surgery - transgender men who have started transitioning hormonally but haven’t had a hysterectomy have a higher likelihood of cancer and other complications.
There are also complaints that the hormone therapy program is paternalistic and pathologizing because a psychologist has to effectively validate a transgender person’s identity before they can be admitted into the program. While we were in Costa Rica we heard stories of uneducated psychologists denying transgender people access for inappropriate and transphobic reasons.
Public health officials in the country recognize the need for proper transgender health care and haven’t ruled out expanding the program to minors and potentially including surgery. They are also educating doctors and psychologists across the country to ensure that the trans community has proper access to health care regardless of where they live.
Despite the missteps and criticism, it is exciting to see a country value transgender lives and take action to improve the healthcare of this community. Publicly funded healthcare for transgender people means transitioning is accessible to people regardless of their socio-economic status, living a healthy and happy life shouldn’t be reserved for the wealthy.
Un joven trans en San José, Costa Rica nos contó emocionado que está haciendo los trámites para comenzar a recibir terapia de reemplazo hormonal gratis de parte del sistema de salud pública. Para muchas personas trans en el mundo este proceso es costoso y sólo está disponible en clínicas privadas con financiamiento propio, mientras quienes no pueden pagar se arriesgan a medicinas defectuosas y agujas usadas comprando hormonas en el mercado negro.
En el 2017 Costa Rica anunció que el sistema de salud pública proveería terapia de reemplazo hormonal para la comunidad trans de este país. Para formar parte del programa, las personas trans mayores de 18 años deben tener citas con especialistas en endocrinología y psicología para ser aceptadxs. Hasta ahora más o menos 30 personas se han inscrito y el gobierno espera que ese número crezca hasta 600. El costo de las consultas médicas, acompañamiento psicológico y de la terapia de reemplazo hormonal está todo cubierto por el Estado de Costa Rica.
La Organización Mundial de la Salud recientemente anunció que eliminará la incongruencia de género de la lista de enfermedades mentales, lo que podría significar cambios significativos en el acceso a la salud para lxs 25 millones de personas trans en el mundo. La posibilitad de transicionar socialmente, hormonalmente y quirúrgicamente se asocia con una mejor salud y bienestar general. Las grandes asociaciones médicas están de acuerdo que el acceso a la salud de afirmación de género es necesario, e investigadores han concluido que otorgar pólizas de seguro de salud a la comunidad trans de los EEUU es rentable y a la larga reduce el impacto de malas prácticas de salud, pero la gran mayoría sigue sin incluirse en los sistemas de salud pública y se les niega el acceso a tratamiento , a pesar que estudios (en Canadá y EEUU) concluyeron que la comunidad trans es 22 veces más propensa al suicidio que el resto de las personas, al igual que a sufrir depresión y contraer VIH.
El programa costarricense de reemplazo de terapia hormonal ha sido controversial, sin embargo, algunas personas de la comunidad trans quieren que se expanda a personas menores de 18 años, citando estudios que muestran que comenzar temprano el tratamiento para la disforia de género y la transición social llevan a mejores resultados en salud mental. También hay una exigencia de expandir el programa para incluir cirugía de afirmación genital. Los hombres trans que están en tratamiento de reemplazo hormonal pero no han tenido una histerectomía tienen más posibilidades de contraer cáncer y otras complicaciones.
También hay quienes opinan que el programa de reemplazo hormonal es paternalista y patologizante porque unx psicólogx tiene que validar la identidad de una persona trans para ser aceptadx en el programa. Mientras estuvimos en Costa Rica escuchamos historias de psicológxs sin conocimientos en la materia que les negaron el acceso al programa a personas trans por razones inapropiadas y transfóbicas.
Trabajadores de la salud pública del país reconocen la necesidad de ofrecer salud integral para las personas trans y no descartan expandir el programa a menores de edad y eventualmente incluir cirugía. También están entrenando profesional médico y psicológico para asegurarse que la comunidad tenga acceso a la salud sin importar en qué parte del país vivan.
A pesar de los errores y la crítica, es emocionante ver un país que valore las vidas de las personas trans y tome acciones para mejorar su acceso a la salud. Atención médica financiada por el estado para la comunidad trans implica que transicionar sea accesible independientemente del estatus socio económico de las personas. Tener una vida feliz y saludable no debería tener que ver con el nivel adquisitivo de cada quien.